NOCHE POSESA (Poema)
La noche tiene cortinas de sueños
y dependencias del olvido,
habitaciones sin ecos, donde se
pierden
los recuerdos y las voces en su
precipicio.
Si madruga el viento, los débiles
susurros
de la ciudad despertarán antes y más
lejos.
En lo oscuro, el vestido de los cometas
sólo es visible para los ojos impuros
y viejos.
En las salas vacías y descoloridas
de la noche presa se extravían
los pasos y se escucha el silencio.
Si la tarde se demora las ranas y
pájaros
tendrán que acunar a las palabras
que nunca duermen ni tienen descanso.
Pero mi noche no tiene luna
ni estrella polar que me ilumine y me
guie.
Y ruego que el rostro de la noche
no abra sus párpados y nos vea
con sus pupilas de último ocaso.
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