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Mostrando entradas de noviembre, 2024

LA BURLA DEL CETRINO (Relato)

             >” ¿Qué sería de nosotros sin nuestros sentidos? Sin esas percepciones la realidad sería algo incomprensible. O al menos la aprehensión de todo lo que conocemos y aprendemos, de toda previsión y enfoque del futuro, perdería su habitual acomodo. ¿En qué desconocido mundo paralelo penetraríamos? Salvamos las dificultades aplicando los registros mentales de la razón y la lógica a cuanto sentimos. Esa es nuestra verdad material, un contexto en el que cada cosa está en su sitio.        Pero y si la ficción o la irrealidad se imponen a lo conocido por nuestra vista, oído, olfato, gusto y tacto… Son muchas las ocasiones en que la realidad supera a la imaginación más descabellada. Pero ¿qué ocurriría si la secuencia de una vida se plantea como irrealidad o ficción, si ambas se mezclan, o más aún si lo ficticio es la pura realidad de la visión para el receptor? Cuando la manifestación de lo imaginado se superpone ...

QUIERO (Poema)

  Quiero residir en la ingravidez etérea del tiempo. Espero un húmedo lugar en el sueño de la tierra. Quiero desaparecer en el humo del fuego en un hogar cualquiera. Espero derramarme con mi sangre en el agua de un remolino. Después de girar en los caminos crepusculares puedo volverme aire que difunde las palabras del misterio y el secreto de un hombre transeúnte a lo lejos, que pasa inadvertido y solo ante el delirio de vuestros ojos dormidos, una imagen fugaz de un eco voluble, sombra y olvido de las luces de la tarde.

NOCHE POSESA (Poema)

  La noche tiene cortinas de sueños y dependencias del olvido, habitaciones sin ecos, donde se pierden los recuerdos y las voces en su precipicio. Si madruga el viento, los débiles susurros de la ciudad despertarán antes y más lejos. En lo oscuro, el vestido de los cometas sólo es visible para los ojos impuros y viejos. En las salas vacías y descoloridas de la noche presa se extravían los pasos y se escucha el silencio. Si la tarde se demora las ranas y pájaros tendrán que acunar a las palabras que nunca duermen ni tienen descanso. Pero mi noche no tiene luna ni estrella polar que me ilumine y me guie. Y ruego que el rostro de la noche no abra sus párpados y nos vea con sus pupilas de último ocaso.    

RUMORES Y ESPEJOS DE BARAKALDO 18

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