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Mostrando entradas de marzo, 2024

PORQUE (Poema)

                                                                    Porque soy mar y agua inquieta, llevo ríos de lluvia hasta tu boca reseca. Porque soy viento sin calma, imparable, interpreto con mi lira el sonido musical de las palabras marginales y solitarias para que te hagan compañía. Porque soy fuego que ilumina, caliento el sol de la mañana para dar luz y llama a tus ojos ciegos. Porque soy tierra de aluvión,   acojo la semilla de tu pensamiento y de tu alma y logro que brote tu flor con el alba y, dormida, sueñe cada noche un camino y una playa de arena limpia. Porque soy un hombre alumbro, aliento, lloro y espolvoreo un mundo nuevo cada día y cada día sin advertirlo te me muero.  

LA CÁMARA (Relato)

          Cámara así, cámara sola. Ella recoge imágenes con su objetivo, pero a veces parecen ser ellas, las percepciones, las que persiguen el enfoque, las que desean ser plasmadas.      En su ciudad o en las localidades que visitaba, a Francis le gustaba tomar instantáneas de lugares devastados, de construcciones en ruinas, derruidas o en declive. Las fábricas abandonadas, los edificios desolados y lóbregos estimulaban su espíritu. Prefería tomar las fotos en el crepúsculo, en ese momento en que el día se transforma en sombra y noche. Su sensibilidad estaba muy exacerbada en las horas perecederas cercanas a la aparición de la luna; con la última claridad vespertina su temperamento se aguzaba.      Aunque no se dedicaba de forma profesional a la fotografía, no era la primera vez que era seleccionado para una exposición conjunta con otros profesionales del gremio pertenecientes a su localidad o a su área de influencia...

PARADÓJICOS (Poema)

                                                                        El alba celeste o la noche terminan en el mismo lugar en que comienzan, fuente de su inacabable camino. Los días se cuentan o se restan y al final el resultado es igual, el mismo instante. Los pasos dejan rastros de un círculo mágico, convertido en un circuito concéntrico de laberintos que confinan momentos intactos, imperecederos. La lluvia parece renacer el agua, la tierra y el tiempo de siega, pero sólo regresa, recuerda al océano de donde alzó su vuelo. Los amores se atraen como un imán y, con los años pasados, como un imán pesan o se repelen por su lado amargo. Hay sueños que rinden cuentas y costas y semejan o se hacen realidad, y hay realidades tan brumosas que se convierten en pesadillas, tran...

RUMORES Y ESPEJOS DE BARAKALDO 10

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