INTERIORES DE LA CALLE (Relato)
-Perdona, ¿te ocurre algo? El muchacho se desperezó en el banco del paseo sobresaltado. Al borde del muelle, en el agua de la ría se reflejaban las luces del alumbrado público al tiempo de encenderse la tarde. El adormilado joven vio que se trataba de un policía el que le preguntaba. - ¿Cómo? Perdone, pero no le he entendido. Se le notaba en el acento que era un extranjero de menos de veinte años. Pero Héctor, el policía, no supo identificar su procedencia. -Preguntaba si tienes algún problema. Dormir aquí a la intemperie con esta humedad…puede acarrearte un resfriado como poco. -Oh, no se preocupe, tengo un saco de dormir. Con incertidumbre se dio media vuelta el policía. Sin embargo, inmediatamente se arrepintió girándose. Volvió a interrogarle… ...