Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2023

SÓMNICO (Relato)

        > -Probando, probando……Cuando oigas esta música (suena de fondo la suave melodía in crescendo del adagio de Albinoni) irás recuperando poco a poco una respiración normal, lenta, contenida, poco a poco. Irán despareciendo la inquietud, el ansia, el desasosiego. Todo desaparecerá como cuando el sol elimina la bruma. Tendrás ante los ojos un claro amanecer, un claro despertar del día. Y poco a poco, con la tranquilidad vas a ir despertando tú también, poco a poco. Cuando cuente hacia atrás vas a ir recobrando la consciencia. Diez, nueve, ocho, siete, va esfumándose cualquier imagen que te atemorizaba y te atenazaba. Seis, cinco, cuatro, se desvanece el sopor y la modorra que entorpecía tu mente, se aclara el pensamiento y vas abriendo los ojos, despertando. Tres, dos, uno, ya eres de nuevo dueño de ti. Al chasquido de mis dedos me verás ante ti y todo pesar y malestar se habrán ido con el sueño. (Tras, tras). <       El...

OCURRIÓ DESPUÉS DE LA NEBLINA (Poema)

Ocurrió después de la neblina… Un aire taciturno se volvió aroma intenso de excrementos. Apuntó a la vista un campo de restos metálicos, una fronda de cables y maleza de lámparas, donde el reloj giraba a la contra de las horas que despiertan. Se truncaban heridos los troncos de hormigón armado en piezas y los cortafuegos de ladrillo y cemento. Arbustos de alambre, ferodo y plástico nacían entre caminos de acero y espadas de hierba irrumpían incluso en los tejados de hojarasca. Y los hombres sólo eran sombras que ya no perseguían su alma ni sus ideas, sino seguían a otros hombres sin forma que vestían plomo y seda. A veces también acosaban a hombres de piel diversa vestidos con jirones de niebla y lodo. Se anulan las horas de cobre, las horas de plata sucia y las horas de oscuro acero. Y se completan los últimos alientos.

AHORA ES NUNCA (Poema)

          Jamás entenderé que todo a tu alrededor se vaya durmiendo y yo tenga que seguir despertando al fin del dolor del día. Y, aun así, siempre quedará la canción, la armonía de tu rostro y la melodía del repicar de tus pasos. Siempre habrá un lugar para tus ojos en cada uno de mis sueños, hoy abandonados. Y aún siento cómo llovías cada tarde para refrescar la tierra del acoso del sol. A veces rociabas con gotas de miel crepusculares para endulzarme a solas los labios. Y nunca olvido que sólo tú amanecías al ocaso para iluminar mis párpados de rojo, del ansia más profunda mis palabras. Ahora que todo parece extinto y estás tan lejos evoco el regreso imposible del pasado. Ahora es nunca, ecos de un cielo reseco, es nada.  

RUMORES Y ESPEJOS DE BARAKALDO 4

Imagen