DEL HOMBRE SOLO (Poema)
Un hombre solo pasea su abrigo
por las calles, llena de aire sus bolsillos.
Recose las costuras de sus recuerdos,
que ha ido extraviando por los agujeros.
Los repasa con hilos de decepciones,
corchetes de momentos felices
y nudos de ausencias y dolores.
Parece dormido, pero sólo finge.
Y si alguien me pregunta, diré
que únicamente anda sonámbulo
en busca de los sueños de ayer.
Va dando vueltas errante, cansado,
porque de su casa de la avenida
del olvido nada queda, salvo las cenizas
de una pasión arrepentida y malsana.
La noche le da albergue prisión
en cualquier esquina porque con el alba
desaparece y se transforma
en el propio fulgor de su sombra.
Hay quien lo apoda el fantasma
de la muerte atormentada.
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