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Mostrando entradas de enero, 2022

ECO Y OJO 3 (Bilbao)

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AQUÍ A TU LADO (Poema)

           Aquí a tu lado, prendido tu latido, mientras vuelves a la roca madre, aprisa, sigues siendo un hombre tranquilo que sólo busca una felicidad sencilla. Y estoy seguro, si contemplándote digo, que fuiste sencillamente feliz, vida, sinceramente tú mismo. Ya ni recuerdo … ¡Cuántos desacuerdos! Distancias, lejanamente, olvidos. Pero no hay reproche sino vacíos. Y ahora no sé en qué sueño, perdiéndote, te me has ido yendo. Así en eco luce la luciérnaga en tus ojos huidos. ¡Qué poder tenía en tu camino tanto, tanta senda sin regreso en esos lugares que por nuevos asombran al recién venido! Aquí a tu lado, hombre tranquilo. Aquí ya sabes, sigue el viento, azotando, persiguiendo, aunque tú estés dormido. Ahora que tu tiempo vuela huido entre los rotundos huecos que dejaste sin llenar, ardiendo tu frío. ¡Cuántas cosas quedaron sin haber sucedido!

EN UN LATIDO (Poema)

                                                               EN UN LATIDO        En un latido dan vueltas las campanas del tiempo: el bautizo, la boda, el sepelio. En un latido se ciegan los ojos con la noche inflamada y se adentran de par en par en los sueños. En un latido suenan solos mis pasos sobre las piedras del camino y en el tranco de un latido tropiezan y cae el cuerpo con un golpe seco. En un latido se abren los labios y se cierran en un beso. En un latido el viento me vuelve a traer tu eco.  

EL DECRETO nº 9 (Relato)

                     > - Decreto nº 9 del Consejo:        Todas las personas mayores de noventaicinco años deben ser abandonadas en tierra baldía    sin remisión, no devengando en ningún caso derechos en lo tocante a sus haberes, y sin poder testar a favor de sus derechohabientes de ningún modo. Bajo ningún concepto se les proveerá de alimento o líquido para su destierro, ni podrán llevarse objetos o utensilios de los que puedan disponer para su uso en aquellas regiones. <        - ¿A qué viene esta orden cuando cualquiera puede renunciar a su vida con el disgregador? -se preguntó Zinga al leerlo en una de las pantallas de intercomunicación.      Ésta era la última disposición del comité senatorial. Zinga ya había oído r...